¿Por qué decantarse por una prótesis fija?
La prótesis fija es muy cómoda y proporciona al paciente una masticación, habla y estética prácticamente natural. Además no hay que retirarla para su limpieza ni tampoco se mueve, pero sí nos exige un mayor cuidado en la higiene dental diaria y una vigilancia más frecuente por parte del odontólogo, sobre todo para vigilar la posible retracción de encías.
La prótesis fija se coloca desgastando los dientes adyacentes a la ausencia dental, los cuales servirán de soporte, y en los que irán cementadas las prótesis fijas correctamente ajustadas. Con la prótesis fija se recupera la estética y funcionalidad del/de los diente/s perdidos.
Desde la primera prueba hasta la finalización del tratamiento, transcurrirá un mes aproximadamente. En estos casos se volvemos a hacer hincapié en la importancia de una correcta y constante higiene bucal.